Los jóvenes de 15 a 24 años representan el 45% del total de nuevas infecciones por el VIH en adultos, y gran cantidad de jóvenes aún no cuentan con información completa y exacta acerca de cómo evitar la exposición al virus. Se estima que en 2007, 370.000 niños menores de 15 años se infectaron con el VIH. A nivel mundial, el número de niños menores de 15 años que viven con el VIH aumentó de 1,6 millones en 2001 a 2,0 millones en 2007 (ONUSIDA, 2008).
Teniendo en cuenta que la vida sexual de los jóvenes está atravesada por componentes culturales, sociales, étnicos y económicos, los datos nacionales pueden no estar dando cuenta de las particularidades locales, e incluso no recoger las diversidades entre las regiones de Colombia. Por ello, es de gran importancia la realización de estudios de carácter local que contribuyen a contrastar o validar lo que a nivel nacional se exponen y, sobre todo, a orientar las intervenciones en salud con base en evidencia local, sin perder la perspectiva nacional. Así mismo cabe señalar que existe muy poca información a nivel municipal o regional no siendo efectivos para el diseño de propuestas educativas o informativas espontáneas.
De acuerdo con los datos mencionados anteriormente, este estudio resalta la importancia de indagar sobre los conocimientos, actitudes, susceptibilidad y autoeficacia frente al VIH/Sida como variables que pueden aumentar o disminuir el riesgo en las prácticas sexuales de adolescentes y jóvenes. Por tal razón es relevante identificar dichas variables, su definición y su manifestación en el adolescente. De acuerdo con Navarro y Vargas (2005), se identifica como grupo de riesgo para contraer la infección a los adolescentes (cuando la mayoría inicia su vida sexual), quienes se ven principalmente afectados, especialmente por estar expuestos a una gran cantidad de factores de riesgo como relaciones sexuales sin preservativo, consumo de sustancias psicoactivas y conocimientos inadecuados o deficientes frente a la infección, entre otros.